En las cercanías de Pehuajó, Buenos Aires, Argentina, se encuentra lo que queda de una imponente iglesia hoy habitadas por palomas y murciélagos, rodeada de una inmensa llanura en las inmediaciones de lo que fue un paraje rural hoy abandonado. Luego seguimos camino por ruta de tierra hacia el encuentro de su iglesia gemela en un vecino pueglo rural que aún conserva sus vitrales franceses de principios de siglo gracias al cuidado de sus habitantes.